Seguidores

sábado, 31 de marzo de 2012

Día 3: 6 de febrero 2012


Este día empezamos haciendo unos ritmos únicamente con las manos.

Primero estuvimos todos sentados en círculo. Teníamos que ir haciendo los ritmos que el profesor hacía fijándonos en sus gestos. Los ritmos consistían en dar palmas en las piernas, en la parte de arriba de la muñeca y palmas normales. Se iban intercalando, de manera que cada vez era más complejo. Concretamente a mí, el más complicado no me llegó a salir. La finalidad de esta actividad en concreto, es la práctica de percusión con el cuerpo, llamada body percussion (percusión corporal). Esta actividad ambién puede servir como ejercicio de práctica antes de tocar algún instrumento de percusión, como por ejemplo, los bongos.

La segunda actividad fue también de ritmos y body percussion pero esta vez, estábamos de pie y teníamos una curiosa “partitura” con la que guiarnos. Como estábamos en círculo, sólo los que estábamos de frente a la pizarra teníamos la suerte de poder ver dicha partitura (aunque no por mucho tiempo…). Expongo aquí la susodicha:

Ritmo: 335’51335KF (bis)


Lo que teníamos que hacer en cada número o letra era lo siguiente:

1: palmada.
3: una palmada, golpe en el pecho con mano derecha, golpe en el pecho con mano izquierda.
5: palmada, golpe en el pecho con mano derecha, golpe en el pecho con mano izquierda, golpe en la pierna con mano derecha, golpe en la pierna con mano izquierda.
5’: palmada, golpe en el pecho con mano derecha, golpe en el pecho con mano izquierda, golpe en la pierna con mano derecha, golpe en la pierna con mano izquierda, pisotón con pie derecho, pisotón con pie izquierdo.
KF: gritar ¡Café! Para que nos oyeran los de la cafetería.

Nos costó bastante que nos saliera todo al unísono, pero al final lo conseguimos. En ese momento el profesor nos cambió de lado, para ver si nos habíamos memorizado el ritmo. Y efectivamente, como era de esperar, no lo habíamos hecho, y nos costó de nuevo que nos saliera a todos a la vez. Pero al final lo volvimos a conseguir, y fue entonces cuando de nuevo, se complicó un poco la cosa. Nos pusimos en fila, para que nadie viese la pizarra y cuando dábamos los pisotones, teníamos que avanzar en el espacio. Ésta vez ya no nos costó tanto, y los conseguimos en poquito tiempo. 

Ésta actividad, como la anterior, sirve para practicar el body percussion. Lo de los números “partitura” me parece una idea muy buena para que los niños se aprendan el ritmo. Son números que con cuatro años ya conocen, y al establecer una asociación entre ritmo y número les sería más fácil aprendérselo, y de paso se toca el tema trasversal de las matemáticas. En lugar del 5’ yo pondría un 7, porque así asocian el número con el número de “movimientos” que tienen que hacer.

He estado ojeando un poco youtube y he encontrado videos interesantes. He descubierto que esto se lleva a cabo en clase con los niños y que lo consiguen perfectamente y doy por hecho que se lo pasan muy bien. Esto me ha animado a tenerlo en cuenta para un futuro próximo, ya que pensaba que era difícil y he descubierto que no. Tiendo a pensar demasiado en “no lo podrán hacer, es muy difícil”, pero como dice el profesor: “Las mil primeras veces cuesta”. Así que, cuanto antes empiecen a dar los mil pasos…¡Mejor!

En el vídeo que pongo a continuación aparecen unas niñas que hacen un ritmo sencillo, pero a la vez complicado. Con el ritmo cantan una canción en la que entonan tres sílabas y a cada una de estas sílabas le corresponde un movimiento. : Bim (palmada), Bam (pitidos), bidibam (golpe en piernas). Creo que es algo parecido a lo que hemos hecho, pero en vez de con números, con sílabas y encima, con una canción.






En este segundo vídeo, unos niños hacen unos ritmos con body percution. Y no te lo pierdas...que no hacen cualquier cosa….¡Hacen distintos ritmos al mismo tiempo y encima….en canon (van incorporándose uno detrás de otro)! La verdad, es que les admiro, pues si a nosotros nos costó realizar un mismo ritmo todos a la vez…pues creo que hubiera sido un poco caos intentar esto.





Después de los ritmos, pasamos a aprender distintos pasos de salsa. El profesor nos enseñó a todos a la vez seis pasos. La finalidad de esto, a parte de aprenderlos, era que teníamos que pensar en como escribirlos en papel.

¿Escribir en papel unos pasos de baile? ¿Para qué?

Pues es sencillo. En un futuro tendremos que montar coreografías con nuestros alumnos y tendremos tantas cosas en la cabeza que es probable que se nos olvide de un día para otro la córeografía que hayamos montado. El plasmar un baile en un papel, es muy buen recurso para que a l ahora de montar bailes, los tengamos por escrito para consultarlo en caso de que sea necesario.

Los deberes que teníamos (escribir los pasos de salsa en papel) los entregamos el día siguiente, pero yo los voy a incluir en este día.

En cuanto a ellos tengo que decir, que el primero que hice, cuando lo comentamos en clase, me di cuenta de que estaba mal. La razón de ello es que los pasos eran en 4/4, es decir, cuatro negras, y yo puse solo tres negras, porque el paso “Cero” lo conté como negra, y esto no debe ser así. Por ello, luego volví a repetirlo en casa, aunque ya de manera diferente, porque el profesor nos dijo que lo hiciéramos sobre un pentagrama y debajo pusiéramos las figuras musicales correspondientes.

Por tanto expongo aquí mis ejercicios: primero el que está mal, y segundo el que se supone que debe estar bien.





(Me olvidé de colocar las últimas negras, pero bueno, son cuatro como en los demás)

 Propuesta pedagógica: se comentó en clase, que una actividad interesante sería poner en el suelo cuadrados de colores, de tal manera que así podríamos ir indicando a los niños los pasos. Por ejemplo: ¡pie izquierdo al verde! ¡Pie derecho al amarillo! Así, de ésta manera, aprenderían un baile repasando colores y lateralidad, y el tema de los colores es algo que les divierte mucho.

Para finalizar la clase, el profesor se sentó al piano y comenzó a tocar una canción, concretamente la del “Feliz, feliz en tu día”. Con su gesto nos indicó que empezásemos a cantar, aunque cada uno empezó un poco cuando quiso. Entonces nos explicó que todas las canciones tienen una introducción (Intro) instrumental, la cual acaba en una nota que da paso a la parte cantada, es decir, es una nota que indica y avisa al cantante o cantantes de que tienen que empezar a cantar. Después tocó un par de canciones más, sin avisarnos de cuáles eran para que empezásemos a cantar cuando creyésemos oportuno. Las canciones fueron “Hijo de la luna” de Mecano y “Your song” de Elton John.

Y para finalizar, como deberes nos mandó que escucháramos canciones para observar la Intro de cada una de ellas, así que dejaré aquí algunas. Es difícil elegir, pero bueno, pondré un poco de variedad. 









De éste vídeo que viene a continuación tengo que comentar algo, y es que hay unos niños sordomudos acompañados de sus padres. Todos ellos cantan con sus manos. Comento esto porque podría llevarse al aula, ¿Por qué no? Es una manera de que los niños también aprendan ritmos y duración de las notas realizando gestos, y a su vez éstos estarían relacionados con la letra de la canción. Se puede observar que cada gesto tiene la duración de la nota que lo acompaña. No sería necesario que tuviera que haber un niño sordomundo en clase, aunque está claro que si lo hubiera, sería una gran forma de integración. 



miércoles, 28 de marzo de 2012

Día 2: 30 enero de 2012


Éste día no asistí a clase. La verdad es que no pedí justificante médico porque fui por la mañana y pensaba en asistir por la tarde a las clases, pero como no me encontraba nada bien, al final me quedé en casa.

Mis compañeras me explicaron que estuvieron haciendo ritmos con las manos y pies y que después tocaron la marimba. Aprendieron a coger de forma correcta las baquetas e intentaron enseñármelo con bolígrafos, pero éstos son muy cortos y es más difícil, así que espero que otro día practiquemos de nuevo con instrumentos.

El profesor mandó una actividad que es sacar las notas de la melodía de una canción para poder tocarla en un instrumento. Yo he elegido la canción llamada “Do, re mi” del musical “Sonrisas y lágrimas” (“The sound of music”). Pienso que es una canción que podré usar en un futuro en el aula, pues es genial para que los niños se aprendan las notas de una manera divertida. Además, el nombre de las notas coincide con su entonación real, por lo que también, inconscientemente se aprende a entonarlas y cantarlas.

                Las notas de la canción son las siguientes:

do, re, mi, do, mi, do, mi, re, mi, fa, fa, mi, re, fa, mi, fa, sol, mi, sol, mi, sol, fa, sol, la, la, sol, fa, la, sol, do, re, mi, fa, sol, la, la, re, mi, fa, sol, la, si, si, mi, fa, sol, la, si, do, do, si la, fa, si, sol, do.

Como encontré la partitura en Internet, decidí escribirla en mi cuaderno, porque quizá en un futuro pueda tocársela a los niños con la flauta: 




A continuación, pongo el link del vídeo. No he podido encontrarlo en español con buena calidad, pero bueno, más vale eso que nada. No está mal practicar algo de inglés. 

martes, 27 de marzo de 2012

Día 1: 23 de enero 2012

Juego 1: Dirección.

El primer día de clase, lo primero que hicimos fue un juego de dirección de “Orquesta”. Nos pusimos todos en círculo, de manera que pudiésemos observar al profesor, que en este caso, era el director.

Para empezar, teníamos que colocar una mano hacia arriba, imaginando que la apoyábamos en una mesa, y la otra encima de ésta para dar la palmada. El director nos dirigía sin hablar, es decir, él con su mano nos indicaba cuando dar la palmada. Esto lo hacía levantando la suya. Habían variaciones, es decir, si la levantaba más, tendíamos que dar la palmada más fuerte.

Después nos explicó como dirigir nosotros. Consistía en imaginar que teníamos una mesa delante y en ella apoyábamos nuestras manos y en base a eso, levantar las manos según quisiéramos la palmada. Es muy importante la referencia óptica de los alumnos, es decir, todos los alumnos nos tienen que ver, y nosotros tenemos que ver a todos los alumnos, pues ellos tienen que saber lo que tienen que hacer a través de nuestros gestos y movimientos, y nosotros tenemos que observar si lo hacen bien o si se equivocan.

Otras variaciones del juego es que el profesor sacó a varias personas para que dirigiesen ellas siguiendo las instrucciones que él había dado.

Con este juego se trabaja: la coordinación, el ritmo y la atención.

He aprendido que: no hace falta gritar para dar instrucciones y explicar un juego, ni siquiera hablar, con gestos corporales y faciales podemos explicar un juego y dirigirlo sobre la marcha.

Propuesta didáctica: hay un juego llamado “El director de orquesta” que está relacionado con los ritmos y que se puede llevar a cabo en el aula de música. El juego consiste en que todos están en círculo y uno sale al medio. A éste se le tapan los ojos mientras el profesor elige a un director de orquesta. El director de orquesta tendrá que empezar a hacer un ritmo (por ejemplo, palmadas) y los demás deben seguirle. El niño que está en medio debe tratar de adivinar qué compañero es el director de orquesta. Dicho director debe ir cambiando de ritmo (palmadas en las piernas, pitidos…) para que el resto le sigan y el del medio pueda adivinar quién es.

El profesor nos aconsejó buscar un vídeo de alguna orquesta en la que pudiéramos ver los gestos del director. He escogido un número de la obra “Carmina Burana” de Carl Orff. . También decir, que dirige sólo con una mano, porque imagino que después en los siguientes números tocará el violín a la vez que dirigirá a la orquesta y el coro. Y como última curiosidad, aunque no es el único que lo hace, decir que dirige sin batuta.



 


Para dar la entrada hace dos movimientos: el primero es sólo para avisar a los músicos y lo que hace es poner su brazo y mano atrás. Acto seguido, realiza el segundo movimiento, con el cual ya indica a los músicos el comienzo de la obra y lo que hace impulsar su brazo y mano que tenía atrás para adelante, con mucha fuerza, ya que el número empieza con mucha fuerza e intensidad. Después vuelve a hacer el mismo gesto varias veces para dar el inicio de cada frase. Luego pasa a realizar los gestos del compás ternario, poniendo más fuerza en la nota fuerza añadiendo un intenso movimiento de cabeza, y haciendo menos fuerza en las notas débiles. El gesto final no se llega a ver, pero bueno, realiza el del principio, es decir, echa el brazo hacia atrás y lo impulsa hacia adelante para dar la señal de que el número acaba. Imagino que también realizará con la mano el gesto final: extender los dedos de la mano y cerrarlos.


Juego 2: Pasa la palmada.

                En este juego, seguíamos en círculo. El profesor dio una palmada dirigida a su compañera de la derecha y dijo “Pasa la palmada”. La palmada se fue pasando hasta llegar de nuevo a él. Entonces en vez de dar una palmada, dio un golpe en el suelo con el pie y sucedió lo mismo. Después el profesor explicó que para cambiar de dirección, teníamos que dar dos palmadas o dos golpes en el suelo. Y así hicimos. Cuando alguien se equivocaba, el profesor lo eliminaba del círculo.

                De este juego hay que destacar el liderazgo. El profesor es el que “manda”, vigila, controla y pone las normas sobre la marcha, da órdenes implícitas, él es el modelo y no tiene necesidad de explicar nada con antelación, es decir: se aprende jugando.

En este juego se trabaja: la coordinación, la atención, la memoria y el ritmo.

He aprendido: A mí me surgió una duda, y es que me pregunté si lo de hacer las normas sobre la marcha funcionaría con los niños. El profesor me dijo, que por supuesto, a la hora de llevarlo al aula, podemos adaptarlo según las necesidades y las características de los niños.


Juego 3: El diapasón.

            El profesor nos explicó qué es el diapasón, su utilidad y su nombre. El diapasón es una pieza de metal, con una forma determinada (en este caso forma de horquilla), que está hecho y medido para que tenga unas vibraciones concretas. Esto es que tiene 440 hercios, y por tanto nos “da” una nota: el La. Para poder escucharla, hay que cogerlo de un sitio determinado para dejarlo vibrar y así poder oírlo acercándonos alguna de las dos partes: la bolita o las dos puntas. 

La finalidad de un diapasón es que a través de la nota que nos proporciona (el La) podamos cantarlo y llegar a las demás notas, subiendo y bajando en la escala. El profesor nos hizo a cada uno escucharlo e intentar dar el La. Algunos lo consiguieron y otros no. También aprendimos que el sonido que suena al descolgar un teléfono fijo es un La (440 hercios).

¿Por qué aprendimos esto? Porque cuando cantemos con los niños, es bueno cantar siempre en la octava que ellos cantan, y para ello nos es útil la nota que nos proporciona el diapasón, así siempre cantaremos en el tono de los niños.

También aprendimos que en el aula podemos dedicar un día a enseñarles a los niños el diapasón. No para que sepan afinar y den el La ni mucho menos, pero será divertido que sientan sus vibraciones, que lo escuchen, que aprendan a cogerlo, y hacer juegos en los cuales pasen las vibraciones a través de sus huesos y lleguen a sus oídos y puedan experimentar con ello. Además, nos hemos dado cuenta que un instrumento puede ser presentado en clase de forma divertida y no teniendo que explicarlo de forma teórica, sino de manera participativa a la par de divertida.